miércoles, 1 de mayo de 2013

The VOID ~ Capítulo 1-4

Un día ... más
(1-4)

Llegaron a su destino, el enorme y omnipotente Castillo “Realidad de Marissa”. La primera en salir fue, obviamente, Marissa con uno sus típicos trajes extravagantes, aun que tal vez si se veía de otra forma podía llegar a ser elegantes, el de aquel día no era tan extravagante como los de siempre, pero aun así se notaba que quería demostrar su poder, este consistía de tres partes: la parte de arriba levaba un cuello tipo gargantilla, de donde salían unas cintas color negro que zigzagueaban en su escote y terminaban en la parte y inferior de su busto, las mangas eran tipo bonbachas color rosado claro que terminaban a la mitad del antebrazo ,su torso lo cubría un hermoso corsé blanco, con varios bordados a los lados que le hacían ver lo costoso que era aquella prenda, bajando un poco nos encontrábamos con una enagua tipo tutú rosada, que se sostenía elegantemente en el aire sin perder su forma, para terminar, lucía unas medias a rayas que se extendían a lo largo de sus muslos donde concluían en una botas de cuero café con tacón alto que comenzaban desde las pantorillas y que bajaban en una catarata de cordones hasta el empeine de su pequeño pie, todo su atuendo era bastante extrañ… digo, “extravante”. Marissa, con su mano izquierda quitó con un gesto de fastidio unos colochos dorados que se habían colado en su cara, Emma se había quedado viendo aquella figura, algo que Marissa notó casi de inmediato.

¿Qué esperas? – dijo con indiferencia – sal del auto – repuso con una sonrisa burlona
Sí, perdón Marissa.

Salió del auto un tanto cabizbaja, y a paso apresurado se colocó al lado de Marissa quien ya había empezado a caminar sin ella, y avanzando desviaba la mirada para no encontrarse con los ojos de Marissa, al desviar los ojos se encontró con el jardín del castillo.

El Castillo era hermoso detrás de la monocromáticas y oscuros muros que lo encerraban. Los edificios eran elegantes y se distribuían de una manera bastante fácil de encontrar, pero lo más hermoso del lugar eran sus enormes y vivos jardines. En ellos, todas las variedades y especies de flores se encontraban, o por lo menos todas las que conocía Emma en aquel devastado mundo.

Mientras caminaban, a los costados, donde se extendían los hermosos jardines, se encontraban dos decoraciones a las que a Emma siempre le llamaba la atención, una a cada lado, una idéntica a la otra, estas eran dos toscas fuentes. No le llamaban la atención el hecho de que fueran ser gemelas o por que estuvieran cada una en un área donde descaban, sino que estaban totalmente fuera de lugar, todos los elementos de los jardines creaban una armonía silenciosamente exquisita, pero al pasar los ojos por aquellas dos fuentes, la armonía se quebraba en pedazos, esto era porque estas fuentes eran toscas, grises y bastante grandes, pero no sólo era eso sino que también lo eran los grabados que con gran detalle se esparcían por toda la fuente y que en ellas se encontraban, que contaban sobre el Acontecimiento. Estas se componían de tres niveles: en el primer nivel, de abajo hacia arriba, se encontraba una decoración como muchas personitas que denotaban melancolía y dolor, además de que una parte había sido resquebrajada, al parecer, al propósito subiendo nos encontrábamos el siguiente nivel que mostraba el tiempo en donde las cosas se habían calmado un poco pero aun así se podía ver la tristeza en la cara de las personas gravadas en la roca. El tercer nivel era bastante diferente, el borde era de mármol liso y lo coronaba una estatua de Marissa que era abrasada por un hombre encantador y guapo, este último nivel no tenía nada que ver con los otros dos anteriores.

Lo que más consternaba a Emma era aquella estatua.
>>Siempre me he preguntado ¿Cómo se llamará y quién habrá sido en la vida de ELLA?<<

O mejor dicho, ¿quién estaría tan loco de meterse en la vida de la tirana que devastó la Tierra entera en un abrir y cerrar de ojo?
Emma sólo siguió caminando a la par de Marissa en silencio, Emma no sabía casi nada sobre el muchacho, pero lo que más le intrigaba era la relación que tuvo que haber tenido con ELLA… ¿qué había sido él para ELLA?
Cuando levantó la vista ya se encontraba a las puertas del castillo; enormes puertas negras se alzaban ante sus ojos, eran lisas y al parecer al tacto eran frías como glaciares, no sabía de qué material estaban hechas, pero cada vez que intentaba adivinar la composición de estas un escalofrío nacía de su espalda baja y recorría toda su columna hasta llegar a su cabeza, haciendo que le doliera pensar sobre ello, por lo que siempre quedaba en duda al respecto. Marissa, con un leve movimiento de brazo hizo que las puertas comenzarán a moverse abriendo el paso para que entraran, y así lo hicieron; se adentraron al edificio.

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