miércoles, 1 de mayo de 2013

The VOID ~ Capítulo 1-3

Un día ... más
(1-3)
Ya terminada la jornada del día, Emma, que se sentía un tanto cansado por todas las emociones vividas en el día, decidió dirigirse a su cogedor apartamento. Cuando iba de camino, se acordó de algo que ensombreció su rostro aun más de lo que ya se encontraba.
= Cierto… hoy tengo que visitarla, que desastre… =
Agachando su cabeza al recordar eso, un aura de melancolía se extendió por el aire, volviendo en sus pasos se dirigió a la estación del otro lado, entre reverencias y miradas fue avanzando despacio hacia su destino.
Después de haber tomado el metro; cuando salía de la estación allí se encontraba, el transporte que la llevaría a su destino: una limosina de cuatro puertas a cada lado, color negro con dorado en todos sus bordes esperaba pacientemente su llegada, Emma siempre le había disgustado este automóvil, tal vez por la extravagancia o tal vez por lo que representaba para ella. Menos melancólica, se acercó a la limo donde un sirviente abrió la puerta para que ella entrara, sintió algo que emanaba desde dentro pero no le dio importancia y entró, necesitaba concentrarse en lo que le iba a decir a ella…

Buenas tardes Emma, ¿Cómo estuvieron las clases?—

Emma al escuchar aquella voz, su piel se erizó y su sangre se congeló produciendo que un escalofrío recorriera toda su espalda. Se encontró frente a frente con aquella persona que había arruinado su vida, Marissa se encontraba cómoda en su asiento con la pierna derecha cruzada encima de la izquierda, con un brazo apoyado en el reposabrazos y su mano sosteniendo su cara, esta la miraba entre divertida y curiosa con una sonrisa burlona dibujada en su rostro.

M-muy bien Marissa— no pudo disimular su sorpresa
Mmm ya…

Hubo un momento de silencio bastante incómodo entre estas dos personas, no se prolongó demasiado, pero para Emma resultó ser un milenio su duración, Marissa rompió el silencio con su altiva voz y mirando a Emma a los ojos volvió a sonreír.

Espero con ansias la sesión de hoy — se volvió hacia la ventana y añadió —hoy tal vez 
puedas “crear” algo más rural — una leve arruga apareció en su frente por pensar exhaustivamente en ello — ¿qué te parece una pradera y árbol enorme en una colina que proyecte una sombra acogedora? — y se volvió hacia Emma, la cual pensó un poco tratando de asimilar la información que le había dado Marissa
Si Marissa, como desees — dijo con un tono solemne disimulado
Muy buena respuesta querida — y sonriendo aún más, volvió su cabeza para ver a través de la ventana que tenía su derecha.

Emma cerró sus ojos para mentalizarse en lo que tenía que “crear”, todavía no podía creer el por qué hacía todo esto por la persona que prácticamente había arruinado casi que toda su vida, no entendía por qué no podía parársele firmemente y darle la cara para decirle todo lo que sentía y lo que pensaba de ella, todavía no entendía…. Aunque había una razón para no hacerle todo eso, una razón que le ganaba al deseo de hacer todo aquello…

= ¡Vamos Emma concéntrate! =

Con este pensamiento, abandonó todas aquellas ideas y se centró en “crear” en su cabeza aquella imagen que luego usaría para la sesión de aquel día.
 

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