=hola= : Pensamiento
--hola-- :Diálogo
Un día ... más
(1-2)
Emma se encontraba tranquila disfrutando de su merienda a
base de frutas, mientras sentía la suave brisa de primavera rozar sus mejillas
como una caricia dulce y cerrando sus ojos se puso a pensar.
= ¿Así es
como se siente el cariño?… ¿Cómo será el tener una madre…? =
Estas preguntas eran las que más se
hacía ella todos los días, o por lo menos la mayoría de ellos, de diferentes
maneras. Ella mantenía esa duda muy presente, ya que no conocía a su madre
biológica, además ni siquiera sabía si estaba viva o si ya había fallecido,
esto siempre la había molestado, ¿Por qué no sabía nada?¿ELLA sabía algo? ¿Se
lo estaban ocultando?
= ¿Qué está
pasándome?.. =
Mientras profundizaba estas
preguntas y les daba vueltas en su cabeza hubo algo que la sacó de sus
ensimientos: el timbre de finalización del receso había sonado, un poco mareada
y consternada de tanto pensar en aquello, se levantó y empezó a caminar rumbo a
la clase. En el camino de regreso, apenas hubo ascendido las escaleras de la
colina y caminado un poco, cuando se tropezó con una roca, maldiciendo por lo
bajo alzó la vista para continuar su camino, pero sus ojos se encontraron con
algo curioso e interesante: un profesor era acompañado por un alumno
aparentemente nuevo o de intercambio, estos se adentraron al edificio y cuando
lo hicieron Emma siguió su marcha
= Tal vez
vayan al salón de Profesores,... ¿Un estudiante nuevo?, esto es bastante raro...=
Luego de unos minutos de caminar y
de subir las escaleras, llegó al aula y comenzaron las clases. Ahora Emma se sentía incapaz de pensar, luego
de darle tantas vueltas a aquel asunto, entonces sólo se propuso a escuchar la
clase y mirar a través de la ventana. Mientras observaba el paisaje,
instintivamente miró hacia abajo, sus ojos se posaron en el pasillo techado que
pasaba a la par de su clase, y los volvió a ver, aquella pareja caminaba por el
pasillo; el profesor hablaba exhaustivamente mientras el estudiante sólo
escuchaba con sus manos metidas en los bolsillos. Aquel estudiante no parecía
incómodo, expresaba serenidad e interés en la conversación, lo que llevó a Emma
a inspeccionarlo: el muchacho era alto, su cabello negro escabeche brillaba con
la poca luz del sol que lo tocaba, su cutis estaba limpio y su mandíbula
connotaba que era un poco afilada pero manteniendo la anchura, aunque lo que
más cautivo y llamó la atención a Emma fueron los ojos del muchacho, eran de un
dorado… no, eran un dorado miel profundo y hermosamente cautivadores. Emma se
había quedado mirando aquellos ojos que tanto misterio le presentaban, cuando
de pronto aquellos hermosos ojos se volvieron hacia ella, adivinando
exactamente su posición y se fijaron en ella, asustada por la repentina
reacción del muchacho, Emma no tuvo de otra que apartar la vista.
Se sentía asustada y su corazón
latía rápidamente, levantó una mano para sostener su pecho, pero esta temblaba
ligeramente, no entendía porque sentía tanto miedo por un muchacho que ni
siquiera conocía; tocaron el timbre del segundo receso, con dificultad Emma se
levantó del asiento, y al levantar la cabeza encontró a su lado una de las
compañeras del aula la cual hizo la reverencia debida.
--Señorita
Emma, disculpe usted, aquí tiene las fotocopias del día-- y desenlazando los
brazos que hasta ese momento tenia sobre su pecho, le entrego los papeles. Emma
volvió sus ojos de azul hielo hacia los de ella.
--Ah, si….
Te agradezco...—la chica no pudo sostenerle la mirada y Emma solo agarró los
papeles, al hacerlo la chica volvió a hacer la reverencia y se fue apresurada.
Luego de verla partir, se volvió
hacia la ventana descubriendo que la pareja había desaparecido, sintiendo un
escalofrío recorrer su espalda, se dirigió al comedor donde la esperaba su
almuerzo y su “asiento preferencial”. Una vez llegado al comedor, fue directo a
su mesa donde se encontraban ya los sirvientes para prepararle la mesa y el
almuerzo. Emma se sentó y los sirvientes le brindaron el panfleto del menú, escogiendo
lo que quería, volvió la cabeza hacia la gran ventana que se encontraba a su
lado y apoyando la cabeza en su brazo derecho se propuso a ignorar todas las
miradas de sus compañeros en el comedor, ya era pan de cada día pero aun así
resultaba incomodo todo aquello. En aquella ventana sólo se podía ver a través
de ella una pequeña zona verde con un árbol creciendo en el medio, luego de
unos minutos su almuerzo estaba servido, este consistía de un filete de pescado
con una apetitosa salsa de color crema encima de este, además traía unos
vegetales en su punto, Emma logró calmar sus nervios llenando su estomago con
aquel delicioso almuerzo, al terminar y retirarle el plato le trajeron el
postre que era sencillo pero delicioso, este era un cheesecake de fresa con una
bola de helado al lado, al terminar sonó el timbre y después de que todos sus
compañeros desalojaron el lugar, se levantó comenzó a dirigirse a el salón de
clases, al pasar a la par de la zona verde pequeña lo volvió a ver, estaba
sentado en una banca de piedra que se encontraba en la zona verde, mirando
hacia el vacío, aquellos ojos amenazadores se encontraban perdidos en el
espacio, aunque parecían estar mirando hacia un sitio en específico en el
espacio, ¿en el cole? ¿en la cuidad?, no sabía hacia donde veía, Emma agitó su
cabeza esperando que estos pensamientos se fueran de su cabeza y, sin previo
aviso, este muchacho se levantó y se fue caminando con las manos en las bolsas
de su pantalón, Emma lo siguió con la mirada hasta que se perdió de vista,
luego de ello aceleró el paso para llegar a su aula.
No hay comentarios:
Publicar un comentario